
El olivo es un árbol de la familia de las oleáceas que puede llegar a medir unos 15 metros de altura. Su tronco de color gris claro, está lleno de protuberancias y fisuras, que van en aumento a medida que se hace mayor.
Sus hojas son opuestas, blanquecinas por el revés y de color verde brillante por su frente. Con flores pequeñas y de gran fragancia. Tiene por fruto las conocidas aceitunas. Presentan tamaños diferentes, según las variedades. En sus comienzos son de color verde, y a medida que maduran se vuelven negras.
El olivo es uno de los cultivos tradicionales más antiguos de la cultura mediterránea. No se puede precisar el sitio exacto donde se cultivó por primera vez. Aunque según las investigaciones sus orígenes se encontrarían 4000 años AC.
La figura de este magnificente árbol aparece en monumentos egipcios, como la tumba de Tutankhamon. En la cultura judía, en el episodio de crucifixión, que fue llevado a cabo en un campo de olivos.
Fue considerado por griegos y fenicios un árbol sagrado y mágico. En la ciudad de Atenas, el olivo era la planta principal y decoraba completamente los jardines. Quién hiriese o cortara éste árbol, sufría la pena del destierro.

El olivo, al igual que el resto de los árboles necesita y tiene épocas de poda. Existen varias clases de poda. La poda de instalación; una de reforma, otra poda de rejuvenecimiento, y una poda productiva y en algunos casos una poda total.
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